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La lluvia incesante repiquetea en mis pensamientos, no
contenta con adormilar mi espíritu intenta infundirme emociones azules… siempre
tan cruel.
Las calles huelen a tierra, a tormenta y a ti y mis ojos
buscan tus pupilas en los reflejos de los charcos.
Pero mis botas quieren borrar tu imagen, chapoteando con mi
infancia en tu profundidad, como en [mi] cuento de hadas.
Mi banda sonora te reclama, te busca, te llama.
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No apareces, no me sientes, no me buscas, tras lo
turbio de la cerveza tu universo se evapora como las burbujas, que mueren en
tus labios, como me gustaría hacerlo a mi.
Y el cuello se eriza con el aliento de otras personas que no
aprecian tu piel, que no te conocen, como tampoco lo hago yo.
Esta noche te escribo esto, pero no te lo dedico, esta noche
te necesito pero no existes. Esta noche seré lo que podría ser si estuvieras
bajo este edredón.
Y no diré que te echo de menos pues tus líneas desaparecieron
de mis manos, aunque te tatúe en la libreta de mi alma.
No llorarías por mi, yo no lloraré por nadie, pero el cielo
se empeña en seguir lloviendo.
0.00
Y solo cierro los ojos para encontrarte en sueños.
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