viernes, 15 de junio de 2018

Crónicas resbaladizas



Cuando las ojeras acumulan arrugas,
y sientes que la pasión se acomodó,
en algún rincón de estos ocho años.

Te vuelvo a mirar,
allí donde por primera vez te conocí,
como quien mira a los ojos a la vida
que sedienta de ilusión te observa,
y te susurra
"¿Vamos?"

Y rescato esa libreta,
rescato ese blog,
prometiéndo no volver a perder,
no volver a perder (-me)

Se levanta el polvo al caminar,
y la alergia cosquillea,
¡Que oxidada la costumbre!
Embriagada la reminiscencia
con burbujas de anhelo.

Y te recuerdas,
Cuando la vida la cantaban canta-autores,
cada respirar era poesía.
Ahora que la dicta un manual diagnóstico,
cada latir son hipótesis.

¿Será que no queda ya de aquella, 
que en aquel lugar se presentó,
y vino diciendo,
"Estoy aquí"?

La brisa se despierta,
parece susurrar lo opuesto,
"Te echaba de menos" murmura,
seguida de un
"no me abandones"

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