lunes, 10 de octubre de 2011

La luz batida


Cada mañana es lo mismo,
se te hace un abismo saltar de la cama al parquet,
y es que este suelo tan frío se siente vacío si no lo cubren tus pies.
Tan frío como la ducha que nunca escucha tus quejas con aire de estrés
ansías que llegue la tarde, y la noche después.

Dicen tus zapatos viejos que están muy lejos de sentirse bien.
Que este camino al trabajo se les hacen largos siguiendo tus pasos de ayer.

Luego sientes tu que envejeces a la luz del florecente y intermitente de este viejo almacén.
Ansías que llegue la tarde, y la noche después...



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