Cuando tus días se tornen grises, gélidos, y el viento te susurre poemas tristes de tiempos pasados,
Cuando tu noche se acerque, y se avecine una tormenta de nostalgia y tempestad,
Cuando abras tus ojos y no veas más que una sombría oscuridad,
Cuando rías estando triste, o llores de felicidad, o sientas que te hundes en la laguna de la soledad,
Susurrale mi nombre al viento, y apareceré desde ese infinito estrellado para poder tenderte la mano que te salve de ahogarte en tu pena,
Que aunque tropieces y estés a punto de caer, te agarraré tan firme y dulcemente que volarás... volarás entre sueños e ilusiones todavía por alcanzar,
Aunque te hieran y lastimen, y sientas que no puedes más, te susurraré tiernamente que siempre estaré a tu lado y nunca te dejaré marchar,
Aunque encuentres una barrera que no puedas atravesar, te ayudaré a trepar por los obstáculos que la vida muestra con complejidad,
Cuando te sientas solo, y el fúnebre manto de una silenciosa noche te cubra por completo,
mi mano acariciará las tuyas, temblorosas y dudosas, para darte ánimos a seguir respirando bocanadas de aire y felicidad.
Recuerda que aunque la distancia sea larga y el mar me impida verte, celoso de nuestra amistad, acudiré a ti como antaño hiciste conmigo, y te haré volar,
Volar entre recuerdos felices y noches estrelladas,
entre arrullos de olas y caricias de brisa...
[Solo tienes que llamar]
Recuerda que nuestro mutuo cariño ha logrado siempre que nuestro corazón sea uno, sintiendo nuestra afinidad fuertemente en nuestra alma
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