martes, 5 de abril de 2011

Game Over (recuperado 2008)


Tic... tac.. tic.. tac..

Y comienza el partido!!!
Al principio es un simple juego, miradas, roces, risas, bailes, alguna picardía, palabras fuera de lugar, inocencia fingida y personalidades desdobladas.
Te gusta, todo parece divertido, el mundo te sonríe y tienes la sensación de que el sol brilla y calienta más ese corazón enmarañado que acoges en el pecho. Transcurren los días en esa utopía del "y si...?" apartándote del sendero que conduce a la monotonía, y puede que a la cordura, cogiendo el desvío hacia esos castillos en el aire que albergan una historia utópica, en donde tu podrías ser esa princesa que tanto deseas ser.

De repente, sin saber como ni por qué, llega un momento en que el presente se funde con tus fantasías, provocando una confusión tan grande como que el día no es día, como que tu no eres tu, o como que te rodean sus brazos. Parece seguro, convencido, mientras que tu tientas a ciegas intentando dar un paso que no te conduzca al abismo de las noches en velas, ¿Cómo lo hace? ¿tan frío puede ser el corazón de alguien para ser insensible en un momento tan crítico?.

Decides no darle importancia y vivir el momento, ¿quién sabe cuando podría repetirse? si es que, hubiera la posibilidad de volver a ser una persona tan relevante como para disfrutar de ello.

El caprichoso tiempo pasa, y la realidad vuelve a desdoblarse de tus sueños, aquella sensación tan gratificante perdura, aunque pudiera ser una cruel broma de Morfeo, recuerdas sus besos, persiste su calor, sus caricias te regresan en sueño para reírse de tu desilusión al despertar... pero a pesar de todo sigues manteniendo esa sonrisa provocada por la rítmica melodía de tu pequeño y vulnerable corazón.

Desgraciadamente... empieza ganándote un tanto, punto para él: 1-0

Te caló hondo, y cuando faltaba te dolía, pero como un alcohólico consciente de su error, intentas apartar de tu vista el vicio que te corrompe pensando que una dosis no es suficiente para engancharte, en un intento de valentía decides que tu también puedes divertirte en esta espiral que se cursaba casi sin enterarte. Te vistes con la ropa olvidada de tu armario, rimel en las pestañas y carmín en esos labios que se mueren por borrarse con sus besos, y tras esa máscara de supuesta felicidad dejas correr el tiempo y su cariño condicional, demostrando que puedes estar a su altura en este juego. Punto para ti: 1-1.

Pero vuelves a caer, el tiempo no te da la ocasión de lograr desintoxicarte de esa droga tan fuerte que altera tus sentidos, y te sumerges en esa sonrisa que te dedica con supuesta ternura, olvidándote por completo de tu orgullo, de tu dolor, y de tu inocente corazón, que late con miedo ignorante de lo que le sucede.
Te pierdes en sus besos, te enredas en su pelo, el tiempo no transcurre a su lado y crees ser feliz. Pero tan rápido como sucede termina, y te quedas atónita ante ese momento tan efímero y utópico que sabes no dejará de rondar por tus sueños.

Sientes que no tienes ganas de vivir si no es rodeada de sus brazos, pero sabes con certeza que en su camino simplemente eres "una mas" que cruza su río. Observas con minuciosa subjetividad cada movimiento, cada palabra, cada mirada que te dedica intentando divisar la tierra de sus verdaderas emociones, pero su doble vida te confunde y sigues dando vueltas en círculos ante el dilema de saber qué es lo que siente. No haces más que adorar a una estatua de dudosa realidad, una fachada ajustada a tus necesidades, pero no parece importarte, ya que el supuesto amor hace dulce el dolor. Punto para él: 2-1

No tienes fuerzas para intentar ganar el juego, o quizás, no quieras ganarlo y simplemente dejarlo en un empate amistoso, pero tus instintos humanos te lo prohíben. Pero nada puedes hacer, muy a tu pesar, te toca hacer una marca en esa lista de personajes que se han empeñado en pisotear tu confuso corazón...


[Game over]

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