domingo, 3 de abril de 2011

Infinito (Recuperado del 2005)



Infinito me parecía el mundo, la vida, un camino que jamás terminaría y marcaría un destino infinito, y así, bajo un manto estrellado despertaba serena e ignorante del verdadero sentido de todo eso.

Infinito... todo era infinito a tu lado, cada segundo que expiraba lo hacía solo para dar paso al siguiente con mayor energía que el anterior, y con más ansias por vivir. A tu lado todo era infinito.

Con ojos brillantes y soñadores miraba al frente con una absurda esperanza de construir mi propio mundo y realizar mis más profundos sueños,
pero estos se ahogaron en las oscuras aguas de un mar en tempestad, y el bramido de sus olas me susurraban en cada soplo de aliento lo ingenua e inocente que era entonces.

Todo el mundo tiene una meta al final de su camino, un camino repleto de temibles obstáculos que con manos amigas son fáciles de salvar, atravesarlas con algún tunel o simplemente pisotearlos por un puente. Pero mi puente se destruyó junto con mi alma cuando decidiste marcharte borrando toda tu existencia y olvidando por completo todo lo construido.

Amaneció tan pronto y todo desaparecio junto a la oscuridad, y con la luz de un nuevo día despertaba bañada en lágrimas amargas que produjo tu irremediable partida. Junto a mí estaba el hueco que tu silueta había dibujado, intentando imaginar que aún sostenías mi mano, le susurré tu nombre al viento y este me devolvió tus promesas y juramentos hechos añicos y rotos sin remordimiento alguno.

Debía olvidarte.

No mires atrás, eso solo te dolerá mas, no alimentes tu existencia del presente con recuerdos felices de un pasado que no se volverá a repetir, únicamente en tus sueños, en los cuales no querrás despertar jamás.

Que corto me pareció todo este tiempo, y ahora, con tu ausencia los segundos son tan largos como mis incansables suspiros.

Es inevitable vivir en un sueño infinito con la esperanza de algo tan imposible como que vuelvas y me ames como yo te ame a ti. Tu huella en mí es imborrable y derrepente todo se me ha vuelto del mismo color, el color que posee la soledad.

Y frente a mi impotencia lo único que puedo hacer es esperar, esperar a que la noche vuelva para poder huir de la luz y mantener a mi corazón en esa fría cárcel donde se le prohibe palpitar.

Si fuera posible dejar de hacerlo...

Bajo mi manto estrellado me consumo, y con el sabor aún de tus besos en mis labios me duermo, para soñar irremediablemente con el pasado, en el que no eramos tan distintos y en el que me jurabas tu amor incondicional... escombros de palabras falsas y vacías.

Solamente fuimos dos mares que se unieron en una corriente fugaz, solo un instante tan gratificante y mágico que moriré añorándolo.

1 comentario:

  1. Ha valido la pena tu recuperación, me ha gustado mucho, sobre todo la parte de " en el que me jurabas tu amor incondicional... escombros de palabras falsas y vacías." un besote

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